La evolución es una transformación gradual y progresiva de formas de vidas primitivas en otras más complejas.
A lo largo del tiempo se propusieron diversas teorías para explicar la diversidad de seres vivos que habitan el planeta.
Existen tres tipos de pruebas para apoyar la evolución:
-Las biológicas, se basan en organismos actuales.
-Las paleontológicas, apoyadas en los fósiles.
-Las moleculares, cuya base es la genética.
La teoría fijista es una creencia que sostiene que las especies actualmente existentes han permanecido básicamente invariables (sin evolucionar) desde la creación. Las especies serían, por tanto, inmutables, tal y como fueron creadas. Los fósiles serían restos de los animales que perecieron en los diluvios bíblicos o bien caprichos de la naturaleza. A lo largo de la historia hay distintas teorías fijistas basadas en esa idea: Creacionismo (Linneo), Catastrofismo (Cuvier).
La evolución es una acumulación de forma continua y gradual de cambios hereditarios en las poblaciones.
-Darwinismo: Nacen más individuos de los que pueden sobrevivir ya que los recursos son limitados. Entre los individuos existen diferencias heredables. Se produce una selección natural, de manera que los organismos que poseen características ventajosas sobrevivirán y se reproducirán más que los otros. La población va cambiando gradualmente ya que cada vez aparecerán individuos con la variación ventajosa.
-La teoría sintética o neodarwinismo, defiende que la unidad evolutiva no es el individuo si no la población ya que en ella se presenta la variabilidad genética. En todos los individuos se producen mutaciones al azar que ocasionan variabilidad. Al haber variabilidad, la naturaleza selecciona a los individuos mejor adaptados. Estos individuos viven más y tienen descendientes que transitan mediante sus genes las características ventajosas. El proceso se repite de forma que el caracter ventajoso se va imponiendo a las siguientes generaciones.
